martes, abril 22, 2008

Hoy hubo mar de primavera, la temporada ya acaba, es decir: pequeñas babas tocadas de viento entre las que mi pez se trabucaba como si bajara escaleras de yeso en vez suaves rampas azules. Pero era mar al fin, aunque mar blando y lento, era mar que me llenó las branquias de oxígeno líquido y frío.
Necesitaré una buena porción de eso ahora que toca hacer de equilibrista en la inestable superficie durante unos días.
Mañana subo a Madrid. A las 20h estaré diciendo tonterías sobre Rosas, restos de alas en la librería de La Fábrica. El viernes cruzamos a Barcelona.
Todo esto se me hace muy raro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Recibido el paquete de manos del cartero. Este fin de semana disfrutaré de las rosas.

Barcelona fue mucho y no es para mí. Esto del surf te prepara para las soledades. De multitudes conozco bien poco.

¡Salud y gracias!

carmen moreno dijo...

Lo hiciste genial. Encima conocí a un pedazo de escritor y de persona. Ufff, Barna y Pablo, olas, olas.

Pablo Gutiérrez dijo...

Leí tu entrada en unaimagenymil, Willy: un espejo a lo mío, me pareció, pero con menos brillantina en mi caso.
Carmen, a quince minutos ando, ya sabes.