viernes, junio 29, 2012

Leo La broma infinita y no sonrío ni una sola vez, qué vinagre. Mi ansiedad dice no a los libros que no puedo transportar en la bolsa de la playa, los que no caben en la guantera del coche, 350 páginas es mi límite, 250 es el número perfecto, 250 pp. son los 90 minutos del cine, como todas las películas de W. Allen. Acción de gracias, Libertad, Submundo: sólo admito el pleonasmo en las canciones de Pink Floyd. Soy así se fundamentalista: cualquier otra cosa es dilatación.


jueves, junio 14, 2012


Christine Lagarde (Tormenta de X-Men envejecida) lo asegura: “Hay menos de tres meses para salvar el euro”. Es el FMI, imbéciles, es la Torah, la verdad revelada. Si el último director del FMI era Dionisos, la nueva directora es Atenea. 
Nos hablan desde el Olimpo de los suelos de moqueta, el tartar de atún y el Sauternes de tres mil euros. ¿Has follado alguna vez sobre el pelo crespo de una moqueta de hotel recién aspirada, suave como el terciopelo, como el green de un campo de golf? ¿Entonces qué dices de yo pienso que?
George Soros (Magneto de X-Men neoyorquino) dijo lo mismo dos semanas antes que Lagarde, porque Soros es Zeus, y la Tierra y los Titanes están a su servicio. ¿Has hundido el Banco de Inglaterra con una sola operación bursátil? ¿Has promovido una campaña en favor de la legalización de la marihuana y pregonado simultáneamente las virtudes de Karl Popper como gurú de la Nueva Democracia? Soros sí lo ha hecho, y por eso sus opiniones y poluciones nocturnas son aún más importantes que las braguitas de encaje de Lagarde.
Soros, qué tipo, personaje de novela, secundario de Grandes Esperanzas o El gran Gatsby.
Hablante nativo de esperanto, en 1947 huyó de la tenaza soviética con una licencia de estudios, cambió su apellido (Schwartz) para burlar a la KGB y sonar un tanto menos judío (y un tanto más Star Wars), estudió con Popper, emigró al continente Down Jones para aplicar sus teorías, inauguró fondos de inversión de altísimo riesgo y brutales beneficios, creó fundaciones filantrópicas, colaboró con la revolución suave de Polonia y Checoslovaquia, financió la reconstrucción de Hungría, promovió los levantamientos de Georgia contra Putin, su nombre aparece en todas las listas de conspiranoicos y, por supuesto, en el registro de entrada del club Bildeberg.
Soros es la justificación cínica del capitalismo invasivo, ¿veis todo lo que hago?, pues es culpa vuestra por dejarme hacerlo.
Soros padece insomnio e hiperactividad, y ahora dice que se nos acaba el juguete-euro. Engrosó su fortuna con la especulación salvaje y ahora clama en el Congreso USA por la regulación de los mercados y la destrucción definitiva de la doctrina Greenspan. Dice que Europa entendió al revés la lección de Lehman Brothers y que debemos seguir el camino de los Estados Unidos, esto es, el primer país del Nuevo Comunismo global.
Tres meses quedan, dice, o kaput.
Hace un par de días recibí las pruebas de la próxima novela, ya maquetada y peinada a la raya. El horror de la ultracorrección me persigue, mi inseguridad sólo es comparable al tamaño del ego de Vargas Llosa, Pérez-Reverte, Javier Marías, los tres juntos.
Si me dejaran comenzaría a eliminar páginas hasta quedarme con un haiku.
Dentro de tres meses, más o menos, saldrá. Debo recordarles a los de la editorial que debajo del ISBN, donde pone PVP, dejen un espacio en blanco, no vaya a ser que haya que tachar € y poner pesetas o maravedíes o sestercios o ½ gallina.

miércoles, junio 13, 2012

Tenían razón Hobbes, Schopenhauer, Baroja, Kurt Cobain: la vida es un asco, la vida es absurda y cruel con las personas más tiernas e inofensivas, mi doctrina es el pesimismo existencial. Cuando todo está en orden y los asuntos alineados, llega el infortunio y manda el equilibrio al cuerno. Es decir: primer minuto robo un balón, salgo flecha al contraataque, la pierna piensa más despacio que yo, que ya estoy en los libres cuando la rodilla sigue -crack- en el triple, rodilla tronchada como una margarita, como un dibujo cubista, fin del partido amateur y de mi estabilidad.
Qué importan cinco millones de parados ni operaciones de rescate ni el hambre en el Sahel si yo no puedo moverme de aquí, cómo puede el universo no compadecerse de mi inmenso dolor, cómo no se habla de mi rodilla en cada cable de CNN, en cada susurro de confesionario, cómo no ha entendido el mundo que todo debe girar a mi alrededor y que Copérnico era un imbécil.
También escribiré una novela sobre esto: no habrá personajes que no sean YO, no habrá trama que no sea YO, el estilo se pondrá a mi servicio y los lectores deglutirán la papilla a la fuerza. Al resultado lo llamaré AUTOFICCIÓN, el resto de géneros desaparecerá y cada escritor principiante será un sosias, tan confundidos hablando de sí mismos cuando en realidad sólo deberían hablar de mí y no de ellos, la pequeña me mira con sus ojos redondos sin comprender por qué tengo una bolsa de verdura congelada sobre la pierna.


lunes, junio 11, 2012

Comienza el programa estival de actividades y fiestas patronales en la comuna donde vivimos los tres. Este verano promete ser tan excitante: montaremos en bici, nos bañaremos en el mar y fabricaremos barricadas con libros de texto.


viernes, junio 08, 2012


Participo en la asamblea escolar, levanto el dedo, hablo, digo tonterías inflamables, me miran diciendo no es eso, no se trata de eso. Cuando yo digo Molotov ellos dicen consenso, no hay que molestar demasiado, busquemos una estrategia unificada que puede ser aceptada por todos los sectores, el viejo discurso sindical se abre paso con su imperio de pegatinas, es una asamblea pero sólo hablan tres personas, y dos de ellas procuran que nada se exalte ni erice y que nadie sienta estos deseos, estas ganas de marcharse y renunciar, también, a una batalla tan pequeñita y perdida de antemano.
Es igual que el 15M: de tan buenos fuimos bobos; de tan tiernos, pastelitos. Hay que protestar, sí, pero con aplausos de sordos para que el peatón no se enfade, con gritos silenciosos glorificando el oxímoron hasta que alcance la categoría de metáfora.
Y qué hago con este malestar, esta soledad inmensa del escaparate intacto y la piedra en la mano. 


jueves, junio 07, 2012

Ha muerto Bradbury.
Oh. Al fin un motivo para insertar este vídeo.

miércoles, junio 06, 2012

Veo y oigo y resisto tan estoico un pedrisco de estupideces a diario.
Ejemplo: entrevista a Vargas Llosa del lunes pasado.
Como un pez escuché las bobadas provenientes de la GRAN CULTURA, la deificación del escritor de porcelana, el colegueo vergonzante con otras figuras de la intelectualidad como Gallardón, Ana Botella, Sánchez Dragó, Carlos Herrera, y más, sus aceradas opiniones-cliché acerca del nacionalismo, los toros, cómo es eso de vivir para escribir y tal, ¿te planchas tú mismo los pantalones?, ¿a qué hora te levantas para escribir?, oh, yo tengo una mujer tan buena que se encarga de todo y me da tanto tiempo como quiero para leer y redactar (a mano, por supuesto) mis cositas, yo soy un escritor de verdad, uno verdadero de los buenos y Nobel y lejos del mundo, mi vida ha sido tan entretenida, ¿sabes?, cuando vivía en Londres, ¿sabes, cuando vivía en Nueva York, ¿el problema de estos tiempos?, la intolerancia, sin duda, ¿mis lecturas?, oh, últimamente he descubierto el placer de releer a los clásicos.
Así es la cultura difundida, así es
Muerte a la literatura como oficio/profesión. Muerte inmediata.
Escritores currantes, por favor.
Escritores no intelectuales.
Escritores que trabajen en Supersol, en una mercería, en una agencia de seguros, limpiando los rodapiés de Bankia. Escritores que no trabajen porque no puedan.Escritores que estén en este mundo. Este mundo sin lofts, sin embajadas, sin juancarlismo, sin doble nacionalidad, sin tarjeta de puntos de Iberia/OneWorld.
La ciudad y los perros, qué libro tan formidable. Recuerdo el impacto de su lectura, el resplandor y la mugre de esa ciudad. Pero a veces a los perros, cuando ya están malitos y hacen tonterías porque son mayores, hay que sacrificarlos con una inyección indolora, por caridad y por compasión con los vecinos, que sufren sus ladridos suavones dirigidos hacia ninguna luna, ninguna parte.   

lunes, junio 04, 2012

Con ojos redondos vemos el documental, sentaditos en el sofá comiendo pan y queso, la fruta aguarda muy quieta en el bol. Nos escandalizamos, sonreímos con indignación, observamos nuestra comida aterrorizados, escrutamos las etiquetas, buscamos el país de origen, ni siquiera puedes confiar en la vieja Europa, como en una película de terror miramos para otro lado cuando la cuchilla del matarife abre la garganta de la víctima, nos compadecemos de los cerditos que sólo acceden a las mamas de su madre a través de una reja.
Todo es tan Dachau, todo tan Orwell.
Y entonces sellamos nuestro compromiso: mañana (mañana mismo, ¿eh?) nos registraremos en esa cooperativa ecologista (¿La Borraja?, ¿La Baraja?), qué más da el dinero y el esfuerzo de conducir hasta el pequeño local, aparcar en doble fila, ser simpático, saludar con redondos buenos días, llevar una cesta de mimbre y tu propio cartón de huevos, preguntar si quedan tomates de los de Germán, si Aurora sigue trayendo espinacas o ya sólo acelgas llenas de caracoles e incluso hormigas, ¡hormigas que tomarán al asalto tu frigorífico!, pequeñas cesiones, pequeñas incursiones de la Naturaleza, la hoja verde conserva el plomo y el nitrato de los fertilizantes industriales, la hoja verde y el atún son veneno, ¿hay que apuntarse en una lista para la ternera?, cerdo jamás, pollo muy poco, pero esas retintas que pastan en Roche, tan cerquita de las urbanizaciones distinguidas y del rompiente (¿cuánto hace?) de c/ Francia, esas vacas sabrosas y longevas sin antibióticos, esas sí, esas ñam ñam, ¿hay que apuntarse, hay que reservar un filete como si fuera una entrada para el teatro?, apunta Martí/Gutiérrez, tres filetes.
O tal vez sea el momento de hacerse vegano nivel 3, es tan cruel, tan antropoformo y cruel, haz clic y busca “tortura animal”, en lo que te queda de vida no tendrás tiempo para ver todos los vídeos, tan abundantes como el porno, tan crudos, tan carne, vacas colgadas de un gancho dando coces, cerdos espasmódicos, gallinas mutiladas revueltas en su propia mierda, ¿cómo alimentarte de eso, cómo seguir sin más con el curso cotidiano de la cosas después de ver un frame donde el cerdo, esos ojillos humanos, te suplica no más, por favor; es necesario que se desangren vivos, todos lo saben, el corazón late y catapulta la sangre, limpia el músculo, mi alimento.
El documental nos hace mucho a los dos, a la Martí y al Gutiérrez, mucho daño. Miramos a la pequeña y decimos ¿qué come mañana en la guardería?, la tabla excel que cuelga de la pizarra magnética dice, escalofriante, “Lunes: sopa de fideos, lasaña de panga, yogur.”
Es horrible, horrible.



Previsión: la próxima novela irá sobre esto.
-¿Cómo?
-Sobre toda esta mierda de la industria alimentaria y el desconsuelo de la pequeña huerta de tomates ecológicos y...
-¿Es tu manera de afrontar algo así? ¿Escribir una novela? ¿Una novela?
-Supongo que sí.
-Oh, no tortures a los lectores, por favor. Ten compasión. Ya puedo imaginar el argumento, espera: un tipo de ¿treinta años? ultraprotector de su bebé y un pelín cínico y bastante inseguro que, aterrado por ciertas noticias, decide crear para su familia una burbuja estéril de productos químicos y... al final una especie de alergia brutal acabará con todos. Tremenda trama, ¿eh? Pura acción, ¿eh?
-Una novela no tiene por qué ser entretenida, una novela no...
-Hay pocos lectores, no acabes con los que quedan. Industria alimentaria, vaya idea. ¿Y qué otros temas se te han ocurrido para tus novelitas, para la inminente, por ejemplo? ¿Economía, crisis financiera?
-Eh...
-No, ¿en serio?
-Yo creo que es un asunto...

-¿De verdad vas a publicar una novela sobre eso?

-Una novela es un intento de ordenar el caos y...

-¿Ordenar el caos? ¿A quién le robaste esa bobada? ¿A Cortázar en A fondo? ¡Una novela sobre economía! Qué estupidez. ¿Sabes cuánto, cuantísimo van a zurrarte por entrometido y por imbécil y por meapilas y por oportunista y por...? ¿Lo sabes? ¿Y cómo vas a titular es engendro impublicable? Sorpréndeme con tu ingenio. ¿Una novela sobre economía que se titule Economía? ¿Una novela sobre la crisis que se titule Crisis?
-No. Es peor.