viernes, junio 29, 2012

Leo La broma infinita y no sonrío ni una sola vez, qué vinagre. Mi ansiedad dice no a los libros que no puedo transportar en la bolsa de la playa, los que no caben en la guantera del coche, 350 páginas es mi límite, 250 es el número perfecto, 250 pp. son los 90 minutos del cine, como todas las películas de W. Allen. Acción de gracias, Libertad, Submundo: sólo admito el pleonasmo en las canciones de Pink Floyd. Soy así se fundamentalista: cualquier otra cosa es dilatación.


2 comentarios:

NáN dijo...

Pues para mí, es el único genio de los últimos 20 años.

Compra "La niña del pelo raro". Son quinientas páginas, pero céntrate en "La niña", en "Lyndon", en "Mi aparición" y en "Hacia el oste" (un cuento de 200 páginas que es el origen de "La broma I".

Si arrancas todos los demás cuentos, te queda, deshilachado, un magnífico libro, genial, de unas 250 páginas.

A mentalidad fundamentalista, acción Fahrenheit.

Sonsoles dijo...

Por eso me compré el ereader, aceptando previamente que el libro no está hecho para que nadie sonría.